“¿Están o no conmigo cabrones?” Y todos los jugadores gritaron con un “síiiii estruendoso”, como si eso bastara y pues no, no ha sido suficiente. Aquella imagen la recoge la serie de Amazon Prime Video sobre el club rojiblanco. su presidente, tratando de convencer a través del ánimo a sus jugadores les pide compromiso, disciplina y protagonismo. Nade de eso ha sucedido. Los números piden, gritan, claman la renuncia de Ricardo Peláez en Chivas.

Hay varios motivos para decir que la era de Peláez es un fracaso. Para empezar la ‘promesa’ de un Chivas protagonista e intentar ser campeón al menos durante su gestión nunca ha ocurrido y los datos respaldan estos ‘calificativos’.

Los números orillan a la renuncia de Ricardo Peláez en Chivas

Para empezar ninguno de los cuatro entrenadores que han estado en su era siquiera han logrado conseguir el 50% de productividad. Cuando Ricardo llegó, Luis Fernando Tena era entrenador del club. Lo trató de mantener en el cargo pero después de 25 partidos oficiales no dio más el proyecto. Lo mismo con Víctor Manuel Vucetich y ahora con Michel Leaño, que además es el segundo peor entrenador del equipo desde el 2012 a la fecha en productividad solo superado por Tomas Boy (qepd) con 39% y él con 40%.

La llegada de Ricardo causo expectativas y como nunca antes Amaury Vergara, dueño de la institución, decidió invertir para hacer al club competitivo. La era Peláez ha destinado entre 35 y 38 MDD en fichajes. Lo que representa -ante la falta de resultados- un fracaso financiero, más si sumas que algunas de estas contrataciones ya ni siquiera están en el equipo como el caso de Uriel Antuna (ahora en Cruz Azul) o José Madueña (en Liga de Expansión).

Actualmente Chivas está fuera de la zona de reclasificación, es 17 de la tabla general y Ricardo Cadena no ha podido sumar ninguna victoria en lo que va del Apertura 2022. Una frase que queda en el aire es: “a partir de ahora aquí se va a hablar de campeonatos”. Autor, Ricardo Pelaez. La historia se cuenta sola.

Twitter: @Chivas