Noche fría y casi lluviosa la de hace poco más de un año en la que un Real Madrid tocado visitaba Stamford Brigde para enfrentar a un poderoso Chelsea que venía confiado en acceder a la siguiente fase de Champions, pero el Karim Benzema fue el aguafiestas.

La camiseta del Real Madrid es imponente e importante, es por eso que cualquier equipo que lo enfrente sabe que no es un rival más como cualquier otro. La Casablanca tiene un poder extraño de hacerse fuerte ante las adversidades y aparecer cuando debe hacerlo, ni antes ni después, sino en el momento justo.

Aquella noche fue soñada para Karim Benzema, que salió enfocado, con los ojos bien abiertos y con el arco que defendía Benjamin Mendy entre ceja y ceja. Ese 6 de abril del 2022 que quedará en la memoria de los fanáticos del Gato Blanco por su perfecta performance.

El encuentro arrancó picante, era de ida y vuelta, pero se lo veía mejor al conjunto visitante: Vinicius Jr, a los 10 minutos del primer tiempo, quedó mano a mano con el arquero del Chelsea y definió por arriba fuerte y dio en el travesaño, ese fue el primer aviso. Todo cambió cuando pudo abrir el marcador el delantero centro a los 20 minutos de juego tras haber triangulado con Kroos y el extremo brasilero que lo asistió para que cabecee y festeje.

Rápidamente, Karim festejó de nuevo al mandar a besar la red a la pelota, otra vez producto de un cabezazo. El mediocampo tradicional del alemán nombrado recientemente más Casemiro y Luka Modric fue fundamental para recuperar la pelota y ser el nexo rápidamente con los delanteros. El Chelsea no generaba mucho peligro, pero Kai Havertz enfrió los primeros 45 tras un gran pase del italiano Jorginho.

Al comenzar la segunda parte, el nacido en Lyon fue “vivo” y apretó la salida de Los Blues, generando así la equivocación del arquero rival. Como si fuese de potrero, un Benzema astuto, rápido y, sobre todo, con olfato goleador, les daba alegría a los hinchas del Real Madrid. Temporada realmente espectacular para el que forma parte de la institución española hace más de 13 años; su registro de goles superó los 40, alcanzó los 200 totales en el campeonato de LaLiga​ y superó a leyendas importantes del club como Carlos Alonso Santillana y Raúl, en donde se situó como tercer máximo goleador histórico del club con más de 323 goles.

La posesión de balón la tuvo el conjunto local durante casi todo el partido, pero quedó demostrado que un equipo con grandes jugadores no necesita tener la pelota para ganar, sino, aprovechar las oportunidades y no perdonar…

Aquella noche fue soñada para Karim: pudo ser el superhéroe y hubo final feliz. Con un promedio de 2.6 goles por partido, el Real Madrid llega a los cuartos de final de la corriente Champions y mañana quiere hacer lo propio, nuevamente, frente al Chelsea. ¿Será el protagonista de la noche el Gato Blanco?