“Yo amo el juego, pero en el último tiempo me di cuenta que hay cosas que no puedo controlar, así que yo me voy a sentar y ver, que pase lo que tenga que pasar; yo estaré en paz con ello”, sentenció Carmelo Anthony.

El 10 veces All Star no juega en la NBA desde la temporada 21-22, desde que jugó junto a su amigo LeBron James en Los Ángeles Lakers. Si bien se lo nota cómodo en su rol de padre y está aprovechando lo que su carrera profesional no le dejaba hacer, es inexplicable que alguien que supo ser figura de la liga y con el talento que tiene Anthony no siga compitiendo. Además, hay una de los equipos en los que el brilló que se mantiene en carrera por el título de esta temporada que quizás podría ser un buen fit para el alero nacido en Brooklyn.

En su última temporada, Carmelo Anthony salió de la banca en unos Lakers que no eran los mismos que los que habían ganado el trofeo Larry O´Brien pero seguían siendo competitivos. El salido de la Universidad de Syracuse promedió 13.3 puntos, 4.2 rebotes, una asistencia y casi un robo por partidos en los 69 juegos que disputó en esa temporada. Con estadísticas más que dignas para un veterano de 36 años, los Lakers no renovaron su contrato y nunca más se calzó la elástica oro y púrpura.

El elegido número 3 del draft 2003 por los Denver Nuggets, Carmelo fue un gran jugador y talentoso anotador dentro de la liga. Su explosión máxima fue desde la temporada 2011 hasta la 2017, donde protagonizó grandes shows en uno de los más entrañables escenarios no solo del baloncesto NBA sino del mundo: el Madison Square Garden.

Los New York Knicks adquirieron al alero desde los Nuggets y fue, durante toda su estadía allí, el amo y señor del equipo de la Gran Manzana. Más allá de haber llegado a la postemporada tres veces con el equipo capitalino, nunca logró llevarse el tan ansiado campeonato que los neoyorquinos esperan desde la última vez que lo ganaron en 1973. En la temporada 17-18, el romance acabó y Carmelo empezó a ser moneda de cambio corriente en varios traspasos desde ese año hasta ahora.

Por su parte los Knicks, luego de la última en que clasificaron a Playoffs de la mano de Carmelo, volvieron a la postemporada en la 21-22 y es el segundo año consecutivo en el cual compiten en instancias decisivas de la NBA. Con Jalen Brunson a la cabeza, el equipo comandado por Tom Thibodeau está en semifinales de Conferencia Este perdiendo la seri 2-1 ante Miami Heat.

En la posición que usualmente Carmelo ocupaba de titular se encuentra Julius Randle, que supo ser jugador franquicia estos últimos años pero que ahora está relegado a ser una segunda espada por el anteriormente mencionado Brunson. Por detrás tiene a un joven Obi Toppin, que si bien no tiene el talento que posee Anthony, es explosivo hacia el canasto y muy rápido en la cancha.

Con las estadísticas que manejó el ex ídolo de la Gran Manzana en su última temporada, y viendo la rotación actual de los Knicks en estos Playoffs, un veterano que aporte 10 puntos o más desde la banca y sea el mentor de jóvenes estrellas como Quickley, Barrett o Toppin sería un buen complemento.

El amor de la ciudad y la buena relación con el coach Thibodeau pueden dar como resultado una segunda etapa con el conjunto de la conferencia Este. ¿Podrá Anthony tener alguna temporada más en la NBA vistiendo la camiseta de los Knicks?