Este domingo desde las 17:30 hora local, River recibirá a Boca en El Monumental, en una nueva edición del Superclásico y hay un favorito. El Millonario llega a la cita puntero en la Liga Profesional, con 34 puntos sobre 42 posibles, con seis de ventaja sobre su escolta y a 16 de ventaja sobre el Xeneize, que tuvo un cambio de entrenador en lo que va del año: Jorge Almirón reemplazó a Hugo Ibarra.

Pese a que hace un poco más de una semana, la superioridad de los de Martín Demichelis era abrumadora desde el juego y los resultados, estos días previos emparejaron todo: Boca le ganó a Racing 2-1 como local y 2-0 a Colo Colo en Chile como visitante. River igualó 1-1 en Tucumán frente a Atlético y cayó por 5-1 en Brasil frente a Fluminense. Las últimas sensaciones equilibraron el partido en la antesala.

River apunta a ser favorito en el Superclásico pese a los últimos resultados

Lo cierto es que el elenco de Núñez tiene un plantel más caro y más rico que el de Boca. El costo de la plantilla que posee Demichelis es de casi 94 millones de euros, con una gran cantidad de variantes de mitad de cancha para adelante: Enzo Pérez, Nicolás De La Cruz, Rodrigo Aliendro, Agustín Palavecino, Nacho Fernández, Ezequiel Barco, Pablo Solari, Lucas Beltrán, Matías Suárez, Miguel Borja y Salomón Rondón, once jugadores que serían titulares en el 90% de los clubes del fútbol argentino, pelearán por seis lugares en la alineación de mañana.

El conjunto azul y oro cuenta con una plantilla un poco más barata: 79 millones de euros es su valor. Aparte, llega con las bajas de tres de sus estrellas: Marcos Rojo, Darío Benedetto y Frank Fabra no serán de la partida. Aún con ellos, Boca no tendría la cantidad de variantes que tiene su archirrival y jugará con una defensa con varios parches y una delantera debilitada, sin Benedetto y con Miguel Merentiel y Luis Vázquez con un presente irregular. Sebastián Villa, su ancho de espadas, es la máxima esperanza que tienen sus hinchas.

En las casas de apuestas, River es claro favorito y una victoria de Boca es casi una hazaña. Es lógico: por variantes, plantel, posición en la tabla y funcionamiento, un triunfo Millonario sería lo esperado, pese a que lo ocurrido en los últimos días parece haber igualado todo. Almirón, que arrancó bien en el Xeneize, quiere quemar todos los libros con un triunfo en El Monumental, un estadio que no es un cuco históricamente para el visitante. El empate, en tercera posición, dejaría ilesos a ambos. ¿Se conformarán? Por el bien del espectáculo, los neutrales desearán que no.