La final de la UEFA Europa League en Budapest ha tenido una particularidad: enfrentó a dos entrenadores prácticamente opuestos en su trayectoria, con muchos años de dirección técnica en el lomo. José Luis Mendilibar, entrenador de Sevilla, en curva ascendente y ante la oportunidad de gritar campeón por primera vez. Por otro lado Mourinho, entrenador de Roma, en curva descendente y con el objetivo de sumar otra copa europea a su enorme vitrina, para defender su récord en las finales. Con este marco, el duelo de los técnicos tenía un claro favorito. No obstante el futbol es impredecible y ocurrió lo inesperado: el DT del conjunto andaluz ganó la batalla táctica y se quedó con la copa.

Más de 10 años después de haber empezado a dirigir, en 2005, al vasco le llegó la oportunidad de dirigir en primera: Athletic Bilbao. Pese a que no fue buena, otro capítulo se escribiría en Valladolid, tras ascender a primera y mantenerse, su único objetivo en el ciclo desde 2006 hasta 2010. Con Osasuna, la receta fue la misma: un ciclo que duró desde 2011 hasta 2013, con los puntos justos y necesarios para evitar el descenso.

Su revalorización como entrenador se dio en un equipo ya conocido para él: Eibar, equipo de su región y tercero más poderoso del País Vasco, tras su primera temporada en primera, lo contrató nuevamente en 2015 para poder salvarse con uno de los presupuestos más acotados de la primera española. Su ciclo, siempre cumplidor y sacapuntos, duró exactamente seis temporadas, todas en primera, de mitad de tabla para abajo pero siempre lejos del descenso. Hasta que ese objetivo, en 2021, no fue cumplido: bajó a segunda, una fecha antes del final de la temporada, y al finalizarla, decidió buscar otros horizontes.

Sevilla buscó cobre con José Luis Mendilibar y encontró oro europeo

Ni siquiera un mal paso por Alavés pudo desviarlo de su destino. Sevilla, que peleó el descenso tras las malas campañas de Julen Lopetegui y Jorge Sampaoli, lo contrató para sumar puntos y alejarse del fondo de la tabla, la campaña en Europa era secundaria. Los resultados no pudieron ser mejores: por Liga, ganó seis, igualó tres y perdió dos. Con la posibilidad de bajar disminuyendo, le dio el pinet para bajar a Manchester United, máximo candidato, Juventus y Roma, siendo superior en todas las series. Así, Sevilla se consagró por séptima vez de la Europa League y aunque parezca mentira, por diferencias con el proyecto, El Zorro de Zaldivar se iría y llegaría Andoni Iraola, ex DT de Rayo Vallecano.

El fútbol es tan lindo porque en algunas ocasiones David le puede ganar a Goliat. Y esta final de Europa League, más allá de los planteles que tienen Roma y Sevilla, enfrentó a dos técnicos opuestos: uno al que no le conforma el segundo puesto y otro que tuvo, en la mayoría de su carrera, el objetivo de no descender. La consagración, después de años de sufrir en las partes bajas de la tabla, fue para Mendilibar, el hombre que rescató al conjunto andaluz del abismo, con su ADN histórico dentro de la cancha, y que otra vez lo llevó a la gloria.