Una maldición azota el Estadio Diego Armando Maradona de la Paternal. Argentinos Juniors venía haciendo un gran partido de local por la ida de los Octavos de Final de la Copa Libertadores ante Fluminense cuando sucedió algo escalofriante. La pierna izquierda de Luciano Sánchez, defensor derecho del Bicho, se torció por completo producto de una plancha accidental de Marcelo, ex capitán y lateral del Real Madrid.

Luego del impacto, el experimentado brasileño recibió la tarjeta roja por parte del árbitro, pero quedó mucho más conmocionado por la lesión del jugador. Dicha sanción le impedirá jugar el encuentro de vuelta, a disputarse el próximo martes en el estadio Maracaná.

Luciano Sánchez nació el 25 de enero de 1994 en Guaymallén, Provincia de Mendoza, Argentina. Desde su debut en primera fue parte de Independiente Rivadavia, uno de los clubes más reconocidos de su provincia. Argentinos Juniors lo fichó en condición libre el 5 de febrero de 2022, siendo esta la primera experiencia en la máxima categoría del fútbol argentino para el Cheche.

El jugador fue trasladado al Sanatorio Finochietto de la Ciudad de Buenos Aires para evaluar su lesión. El futuro de su carrera ya es un tema de preocupación, pues su contrato concluye el 31 de diciembre del presente año.

Luciano Sánchez no es el primero que se ‘rompe’ en el estadio

La forma en que se produjo y el quiebre que significó para el partido hacen de esta una lesión horripilante, pero no es la primera que se ve en este estadio. En 2015 el defensor Ezequiel Ham sufrió la fractura expuesta de su tobillo derecho producto de un duro planchazo de otra figura de calibre internacional, Carlos Tévez.

Paradójicamente, Ham es hoy en día parte del plantel de Independiente Rivadavia de Mendoza, club del que salió Sanchez y uno de los mejores en la Primera B Nacional.

El popular periodista César Luis Merlo ya ofreció la última actualización al respecto. Luego de los estudios correspondientes, Luciano Sánchez tendría una luxación completa de la rodilla que lo alejaría al menos ocho meses de las canchas. Este tiempo podría ser hasta de un año para recuperarse completamente, un lapso bastante amplio para un jugador profesional.