En 2012 Tiago Rech destacó como el único aficionado de su equipo Santa Cruz FC, en un partido ante Gremio. Ocho años después ganó la Copa Gaúcha como presidente del equipo
Hace nueve años, un aficionado brasileño, Tiago Rech, se enteró que era el único aficionado del Santa Cruz FC que entraría al Estadio Plátanos, en la ciudad de Porto Alegre, para ver un partido ante el Gremio de Porto Alegre. El resultado fue obvio: su equipo fue goleado 4-1, pero el encabezado del Diario Gaucho destacó:
“Fue el 11 de febrero de 2012: el día en que 6 mil 734 vitorearon al Gremio y uno a “Galo Carijó”. Pasará a la historia”, la imagen iba acompañada de una foto suya, vestido de un pantalón corto a cuadros, audífonos y su camiseta del equipo, en blanco y negro.
Al poco tiempo, el joven de 25 años de edad, se empleó al interior del equipo y ante la falta de estructura consiguió el nombramiento como presidente en 2014-2015. Su labor, casi lleva al equipo a Tercera División. Sin embargo, regresó en 2018, ahora sí, en medio de la crisis. Si esta historia ya era interesante, se convirtió en cuento de hadas unos días antes de la navidad pasada.
Tiago llevó a su equipo de la Serie C del futbol brasileño a ganar la Copa Gaúcha, y, por primera vez en su historia, el derecho para participar, por primera vez en la historia, en la Copa de Brasil, su primera alegría en 78 años. Esta es su historia.
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El Santa Cruz FC nació en 1914 por iniciativa de André Klarmann, en la ciudad de Santa Cruz. En los años 20 consiguieron una victoria destacada ante el Gremio y les permitió adoptar el sobrenombre de “Galo”. La mayoría de sus años han sido en las divisiones de ascenso en Brasil, pero en realidad es un histórico de Brasil. En sus vitrinas tienen un título provincial, el Campeonato Pernambucano en 1931. Además, Pelé jugó su partido mil, contra este equipo en 1972.
Una muestra de fervor
El 11 de febrero de 2012, Thiago André Rech, originario de Recife y avecindado en Porto Alegre, acudió al estadio del Gremio para apoyar al equipo de sus amores. No se dio cuenta que era el único aficionado del equipo visitante. En la tribuna opuesta, había 6 mil 734 aficionados del Gremio. Eso no importó. El motivo: es “periodista por formación y aficionado del Santa Cruz FC por elección”.
Sobre esa noche, el entonces aficionado declaró a la prensa brasileña: “Estaba viviendo en Porto Alegre, me había mudado por la escuela. Trabajaba en un portal web del estado. Descansaba los sábados y tuve oportunidad de ir al estadio. Me imaginaba que habría pocos aficionados, porque el encuentro fue muy tarde y volver a Santa Cruz sería complicado.
“Como la ‘Barra do Galo’ siempre llega tarde, ni siquiera me preocupé. Pasé la revisión policial y me senté en las gradas, justo detrás de la portería. Tenía protección exclusiva de cuatro policías militares. Durante el partido, recibí muchas felicitaciones por Whatsapp, incluso colegas me preguntaron si era yo en la televisión. En el primer gol de Santa Cruz me llamaron, fue una cosa increíble, porque demostramos que existen clubes pequeños y personas que los apoyan”.
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Luego de volverse famoso, Rech decidió ayudar al equipo de sus amores. Estaba incómodo en Porto Alegre y quería volver a Santa Cruz. Buscó un empleo en el equipo, como asesor de prensa.
“Iba a los entrenamientos, pero hacía más cosas, viendo temas de seguridad con la policía y los bomberos, checando firmas de los socios. Se tiene la percepción de que los directivos de los equipos pequeños gastan dinero en otras cosas y en realidad los clubes tienen que estar resolviendo problemas: falta de comida, de suplementos, paga de jugadores, paga de los empleados. Hay veces que estás desesperado por pagar esos sueldos”.
En busca de cambiar su destino
Para la temporada 2014-2015 Thiago Rech asumió presidencia y debió aprender el cargo sobre la marcha. Su esfuerzo, no fue suficiente, pues los malos resultados persistían: “Los aficionados se desanimaron y también los patrocinadores, ahí casi cae el club a Tercera División y prometí que no volvería a ser presidente de un club. Regresé para mi casa, muy decepcionado y quebrado económicamente”.
Tres años después, en 2018, el equipo disputó 14 partidos con saldo de siete empates y siete derrotas. Descendieron a la Serie B del Campeonato Gaúcho. Entonces Tiago recuperó el entusiasmo, habló con aficionados y socios que lo tenían en buen concepto tras su primera etapa, para retomar la presidencia del equipo en medio de la crisis.
Para marzo de 2019, en las celebraciones del 106 aniversario del equipo, el flamante presidente presentó un nuevo plan de trabajo y uniformes a los patrocinadores del equipo. También invitó a los pocos aficionados del equipo a volver al estadio y a la directiva a trabajar en equipo.
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“Empecé como aficionado, pero aprendí que no podría estar molestando al árbitro, al entrenador, las cosas que hacía de aficionado. Sigo viendo los partidos, amo a Santa Cruz. Ahora tengo más pudor porque tengo que hablar públicamente. Pero tengo que ser aficionado para ser un mejor presidente”, explica sobre esta nueva etapa, donde sí tuvo resultados.
Un golpe de suerte para las finanzas del equipo llegó con el traspaso del Thiago Volpi, aquel portero que jugó en el Querétaro, al Sao Paulo en 2019. El Santa Cruz, equipo donde se formó Volpi recibió unos 20 mil dólares por concepto de derechos de formación.
El primer título en 78 años
Tras casi dos años de trabajo llegó la recompensa: el 23 de diciembre de 2020, el Santa Cruz FC ganó la Copa Gaúcha, obviamente de manera dramática, en penaltis, ante el Esporte Clube Sao José.
“Llego a mi primera final como presidente, en busca de un lugar en la Copa de Brasil. Un sueño que se hizo realidad mucho antes de lo que imaginaba“, escribió días antes. Con varios kilos menos y como regalo de su cumpleaños 34 (cumplidos el 21 de enero), en este torneo su equipo jugará nuevamente contra el Gremio, para continuar con las historias de cuento de hadas.
“Es el primer logro estatal importante de Santa Cruz gana. Además la Copa Brasil es de las mejores competiciones. Económicamente nos coloca en un escenario muy importante mundialmente y nos coloca en la Recopa contra Gremio, así que representa algo muy lindo, muy grande, lo es todo.
“Aquel día me sentí el más feliz del mundo, es el día más feliz de mi vida. He vivido para este club, es mi vida, es mi pasión, así que representa todo, vi a todos muy emocionados, a gente que lleva años trabajando en el club. Es algo inexplicable, es algo que me emociona y emociona a todo mundo en el club”, declaró tras el triunfo.
Además, la victoria le permite al Santa Cruz FC un premio económico de unos 90 mil dólares.
Historia de amor eterno
“Mi amor por Santa Cruz comenzó desde niño con mi papá. Íbamos al Estadio Plátanos, también con mi abuelo. También veíamos a Gremio e Inter, que tienen una gran historia Santa Cruz tiene una gran rivalidad con Avenida. En la adolescencia que tuve que elegir a alguno. No había dudas y ahí empezó la aventura, iba a todos los partidos, compraba los bonos de aficionados y fui acompañado de mi papá siempre”, contó Thiago luego de la victoria.
Pese a ser periodista, Tiago destaca como una de sus virtudes el liderazgo, desde sus épocas de estudiante y reconoce que esa experiencia le sirvió al asumir la presidencia del Santa Cruz.
“No creo que sea una revancha personal, todos saben que cuando se asume un cargo, debes de probar que estás listo, tres o cuatro veces más que otras personas. Siempre debo de demostrar que soy capaz, yo estoy disfrutando este momento porque lo trabajé, me motivé y lo busqué, sobreviví a todo para buscar este campeonato. Queremos regresar a primera división estatal, ese es el único objetivo”.
