La única vez que Pep Guardiola se enfrentó a Diego Simeone en un juego de eliminación directa los dirigidos por el argentino se llevaron la victoria.

Si hubiera que elegir a los mejores estrategas de La Liga en el siglo XXI, probablemente la elección ‘facil’ serían Pep y Diego.

Sin embargo, los directores técnicos coincidieron muy poco tiempo en la primera división española, ya que el Cholo se hizo cargo del Atleti a mediados de la 2011/12, la última campaña de Pep al frente del Barcelona antes de emigrar a Alemania.

En cuanto a cualquier rivalidad marcada entre ambos está llegó hasta que el Bayern Munich llegó, de la mano de Pep, a sus terceras semifinales consecutivas del torneo más importante de Europa, la UEFA Champions League pero se topó de frente al equipo del ‘Cholo’.

El juego de vuelta

Al finalizar los dos juegos, Guardiola cayó derrotado, por marcador de 2-2 y siendo eliminados por el hoy extinto gol de visita. El español no quiso ni oír hablar de sí, su estilo de juego es bonito y el del entrenador argentino no.

“No voy a gastar ni un minuto en hablar de ese estúpido debate. Todos buscamos una forma de ganar. Si él lo consigue, la suya será la correcta, y si lo logro yo, yo habré acertado. No sé qué es eso de jugar feo. No juzgo a los oponentes”.

PEP GUARDIOLA

La estadísticas, en el juego de vuelta, fueron brutales, el Bayern acosó de manera constante al Atleti Allianz Arena. Los teutones realizaron 34 intentos en total, y Oblak se hizo notar en 11 ocasiones.

La combinación del cancerbero esloveno y la acumulación de defensas que a menudo se esparcen delante de él, hicieron que Pep Guardiola perdiera su tercera semifinal consecutiva de la Liga de Campeones con el Bayern de Munich.

Según se puede leer en “Pep Guardiola: La metamorfosis” , Guardiola se encargó él mismo del análisis del partido de ida contra el Atlético, dejando a su analista de partidos Carles Planchert para que preparara el juego en la liga local.

Según cuenta Martí Peranau, Guardiola procedió a romper la camiseta bajo su camper en pedazos durante el regreso al vestidor tras el desgarrador partido de vuelta ante el Atleti.

La frustración que le generó el estratega argentino al máximo discípulo del cruyffismo fue evidente y es una revancha que, seguramente, ha estado esperando pacientemente hasta que el futbol los volviera a cruzar en el camino.