“A mí el sueño de jugar en la Selección no me lo quita nadie. Es lo más lindo que te puede pasar” le dijo Valentín Castellanos a Olé tras convertirle un póker a Real Madrid, jugando para Girona. Sin embargo, con Lautaro Martínez y Julián Álvarez como números puestos y varios aspirantes a esa tercera plaza de delantero centro, como Joaquín Correa o Giovanni Simeone, se vislumbra que el mendocino la tendrá complicada para ser convocado en la selección argentina.

El atacante de 24 años lleva esta temporada 11 goles en 29 apariciones en la Liga Española. En la MLS, convirtió 53 en 116 partidos. Pese a eso, todavía le falta dar varios golpes más sobre la mesa y en un equipo grande. No le alcanzará tan fácil para meterse en la consideración de Scaloni más que para alguna convocatoria en la que sume pocos o nulos minutos. ¿Un caso parecido? Ezequiel “Chimy” Ávila, de grandes actuaciones en Osasuna, jamás estuvo en el radar de la Albiceleste porque le faltó lucirse más y ahora podría jugar para España.

Dos que perdieron mucho terreno en la selección argentina y que por su edad y nivel es difícil que vuelvan a estar son los dos volantes de Sevilla: Lucas Ocampos y Erik Lamela. El primero fue parte de la primera etapa del camino a Qatar 2022 y era titular, pero se apagó en su equipo, perdió protagonismo en la Selección y en junio, debió salir cedido en busca de minutos a Ajax.

El segundo siempre estuvo en la carpeta de la tricampeona del mundo durante los ciclos de Sabella, Martino, Bauza, Sampaoli y Scaloni, pero no se le recuerdan casi buenos partidos, al igual que en todos sus pasos por Europa. Más allá de sus golazos de rabona, sus ciclos fueron sumamente aceptables, pero carecieron de brillo.

Al militar en la Premier League, Emiliano Buendía se mantiene en las idas y vueltas de las listas. Pese a eso, se destaca por ser un mediocampista cumplidor con algún que otro chispazo. ¿Una eterna promesa? No, pero para ser más considerado necesita una explosión con buenos rendimientos.

El puesto de arquero es uno de los que menos lugar para la sorpresa tiene. Con el jugador más importante del ciclo Scaloni exceptuando a Messi, como lo es Dibu Martínez, Gerónimo Rulli parece ser definitivamente su suplente. El lugar de tercero está vacante por la edad de Franco Armani: asoman Juan Musso y Agustín Rossi, si se recupera en Flamengo. Jeremías Ledesma, de muy buenas temporadas en Cádiz, y Walter Benítez, de gran nivel en el Niza y de presente en PSV, son dos que por edad y por nivel propio y ajeno, se alejan cada vez más.

Marcos Senesi es un caso distinto. Fue convocado en simultáneo por Italia y Argentina y eligió al país en el que nació, pero nunca tuvo chances reales de ir a Qatar. Después de un buen nivel en Feyenoord, pasó a Bournemouth, una de las defensas más goleadas de Inglaterra. Sin embargo, su problema es más de características: no es un central que se destaque por ser férreo en la marca como sí lo son Cuti Romero, Lisandro Martínez, Nicolás Otamendi y Germán Pezzella.

El punto fuerte del ex defensor de San Lorenzo es la salida limpia desde el fondo, y los centrales albicelestes se componen de más virtudes defensivas que de capacidades para pasar la pelota. El punto a favor que posee es su pierna hábil: es zurdo, como Martínez, el único zaguero con ese perfil que viajó a Qatar.

En síntesis, todos estos jugadores, de buen, regular o mal presente en Europa, la tienen difícil para ser tenidos en cuenta en la Selección Argentina. A algunos, ya se les pasó el cuarto de hora. Otros, necesitan romper el molde y destacarse a pesar de cualquier contexto. Hoy por hoy, a ninguno le alcanza con jugar en una buena liga y cumplir. No sirve tener un excelente partido por temporada, se necesita tener un rendimiento de bueno a muy bueno con regularidad. Scaloni es justo, no regala oportunidades y sabe bien a quien convoca.