Uno de los elementos que la afición consideraba infravalorado en WWE es Seth Rollins, que ahora se convirtió en el nuevo campeón pesado de la empresa. Su personaje evolucionó con creces luego de que dejara ser considerado como uno de “los consentidos” dentro de la compañía de wrestling y pedía un título a gritos.

En su momento, el luchador originario de Davepont, Iowa, fue pieza clave del crecimiento de la facción de The Shield. Como se esperaba, las tres superestrellas tomaron caminos distintos y Seth fue el que, en el kayfabe, la ‘Autoridad’ adoptó como su protegido. Si bien su papel de heel lo hizo bien, precisamente las dudas crecían ante su potencial realmente solo.

Si bien cosechó varios títulos, incluso algunos de los más importantes de la compañía, no fue hasta hace un par de año que dio el gran salto. El personaje irónico y sarcástico de Seth ‘Freakin’ Rollins cautivó a la afición y mantuvo grandes feudos pero ninguno de relevancia en la cartelera.

Seth Rollins es campeón pesado a pulso

Pese a la gran conexión que tuvo con el público, parecía que en WWE tenían claro que el luchador serviría como trampolín en otras rivalidades. Las derrotas no paraban para el que en su momento se le conocía como el Arquitecto. Luchadores como Logan Paul y Cody Rhodes brillaron en combates contra él para dar su siguiente paso.

Con un Roman Reigns cada vez más cercano a ser un part timer, los creativos de la compañía trajeron de regreso el World Heavyweight Championship. El diseño tomó la base del icónico cinturón usado durante la primera década de los 2000 y de inmediato comenzaron a postular a varios candidatos, sin embargo ninguno fue más mencionado que Rollins.

Con un torneo que se disputó en los programas semanales comenzaron las eliminatorias y, pese a que todo indicaba que el luchador sería el campeonato, la tensión crecía con los combates. AJ Styles logró llegar a la lucha decisiva con una gran forma y la seguridad sobre el ganador cada vez era menos.

Afortunadmanete para Seth Rollins y pese a la “lesión” que le construyeron en la historia, logró ser el campeón pesado en Night of Champions. Tuvieron que pasar tres años y medio para que el luchador volviera a ostentar uno de los títulos máximos de WWE, tiempo en el que pulió su personaje al grado de colocarlo en lo más alto del gusto del público.

El futuro es incierto en la compañía pero ha demostrado tener todas las armas para concretar un gran reinado. Sólo el tiempo dirá qué tan icónico se volverá el nuevo campeón de los pesos pesados en la empresa de Vince McMahon.