Las diferencias entre las dos mejores ligas de baloncesto del mundo cada vez son menores. La NBA y la Euroliga, si bien tienen varias discrepancias reglamentarias, tácticas y físicas, son las dos competencias más populares y feroces del planeta naranja. Varios jugadores iniciados en el viejo continente emigraron desde muy jóvenes para probarse y medirse en tierras americanas. Estrellas como Jokic, Giannis Antetokounmpo, Doncic o Gobert no son personajes secundarios en sus equipos, sino que supieron adaptarse y ser el factor diferencial en un juego distinto al que estaban acostumbrados en un inicio. Últimamente el camino se está dando a la inversa: players que no logran asentarse en los Estados Unidos vuelan a los más grandes clubes europeos como fichajes estrella, aumentando el nivel de la “Champions” del baloncesto.

Regresos al equipo de sus amores, la búsqueda de un jugoso contrato o la necesidad de minutos o protagonismo son los detonantes principales para que un relegado a la banca en la NBA decida tomarse un avión a España, Grecia o Serbia, los principales destinos del baloncesto europeo en estos días. El último bombazo, anunciado hace horas, es que Kemba Walker jugará en el Mónaco francés. Surgido de UCONN y 4 veces elegido para el All-Star, el base venía de ser uno de los últimos perimetrales en la consideración de Jason Kidd para los Dallas Mavericks. El ex Charlotte Hornets y Boston Celtics entre otros firmó un año con el combinado galo, con el que buscará reimpulsar su carrera. Compartirá la base con otro ex-NBA que es uno de los mejores en Europa, Mike James.

Otro de los que no contaron con oportunidades en las franquicias y decidió jugar en Europa fue Willy Hernangómez. El interno español, campeón del mundo con su selección en 2019, se desvinculó de los New Orleans Pelicans para regresar a su país con un aditivo más que picante: el surgido de la cantera del Real Madrid, declarado merengue, firmó tres años para ser uno de los nuevos estandartes del Barcelona hasta 2026 La oferta extendida por el club blaugrana no fue igualada por los capitalinos, que podían ofrecerle el mismo contrato en caso de quererlo en sus filas por tener los derechos de tanteo del jugador de 29 años en Europa.

Sin embargo no es el único que lo ha hecho en estos años, ya que Nikola Mirotic se convirtió en el mejor jugador del Barça en 2019 tras ser importante en Bulls o Bucks y haber salido del Real Madrid en su adolescencia. Mario Hezonja recorrió el mismo camino pero a la inversa: luego de su paso por la NBA, el escolta que inició su carrera en el Palau Blaugrana viste el dorsal Nº 11 de los blancos desde la temporada pasada.

Si bien el deporte profesional es un trabajo y un negocio, hay jugadores que están hechos para ciertos clubes. Una de las vueltas más esperadas en la Euroliga para la próxima temporada será la de Facundo Campazzo, que acordó con el Real Madrid hasta 2027. El base argentino comenzó su carrera europea con los merengues y se convirtió en el base más importante del continente hasta su salida en 2020.

Luego de su paso por los Denver Nuggets y los Dallas Mavericks, y a falta de oportunidades en su posición natural y con una buena cantidad de minutos, el campeón panamericano con su selección militó el curso pasado con el Estrella Roja de Serbia, en donde volvió a mostrar su altísimo nivel en el plano internacional. De vuelta en el lugar en el que ganó 11 títulos (entre ellos, dos Euroligas), Campazzo se perfila para ser el comandante en pista de un Real Madrid que es serio candidato para seguir ganando el certamen europeo, como lo hizo la temporada pasada.

Con esta tendencia sobre la mesa… ¿Quién será el próximo NBA en cruzar el charco?