El Mundial de Qatar 2022 quedará en la memoria de todos los argentinos porque fuimos felices tras ganarle a Francia por tanda de penales y Paulo Dybala tuvo una aparición clave. Lionel Messi jugó un gran partido, Ángel Di María anotando nuevamente en partidos cúlmines, Alexis Mac Allister siendo el nexo entre los delanteros y el mediocampo y todo un plantel comprometido. Y sí, hay que nombrar al plantel entero, porque todos son importantes, hasta los suplentes. Pero alguien entró y terminó despejando una pelota en la que el mundo entero había visto que era gol, ese fue el cordobés. 

Paulo Dybala, quien llegó a la cita mundialista después de una lesión muscular en la previa a la competencia, el futbolista de Roma se metió en la convocatoria y buscará cumplir el objetivo.

A comienzos de octubre, el presente de Dybala era inmejorable. La Joya brillaba en Roma y sumaba buenos minutos de rodaje para crecer en la consideración del entrenador de Argentina, Lionel Scaloni. Sin embargo, luego de marcar de penal el 2-1 ante Lecce el 9 de octubre, sintió una molestia muscular, pidió el cambio y encendió las alarmas de todo el cuerpo técnico de La Scaloneta. 

La inflamación era tan grande que tuvo que esperar unos días para detectar lo que le perjudicaba: desgarro en el recto femoral de su pierna izquierda que le demandaría cerca de 40 días de inactividad.

El sueño de vestir la albiceleste parecía nublarse y sin opción a una recuperación, pero la Joya no se rindió. Contra todos los pronósticos, comenzó un intenso trabajo de sesiones de kinesiología acompañadas de un tratamiento especial de plasma rico en plaquetas. De esta manera, el argentino llegó a dedicarle cinco horas diarias a su recuperación. Scaloni lo esperó y confió en las ganas del nacido en Laguna Larga. 

Dybala se dejó llevar por el hecho de ser el nuevo Messi' | Día a Día

El objetivo grupal lo terminó concretando el 18 de diciembre en una final que jugó 10 minutos, le quitó el gol a Kylian Mbappé y después anotó un penal importante.

No había jugado ninguno de los primeros 5 partidos, recién había entrado en la semifinal contra Croacia cuando Argentina ya ganaba 3 a 0, quizás su ingreso parecía una forma de hacerlo sentir parte del recorrido en Qatar que necesidad por su fútbol, pero su misión era clara: dejar la vida jugando y defendiendo, ya no importaba su rol ofensivo.

Pero la salvada del 21, que luchó tanto por un lugar en la lista de 26 jugadores, vale más que un gol.

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Con todo esto quedó demostrado que cuando hay que correr, Dybala corre. Cuando hay que meter, Paulo mete. A 1 minuto de levantar la Copa de Mundo, el cordobés estuvo donde tenía que estar para salvar a su país.