A Aurelio De Laurentiis, máxima autoridad del club, no le gusta perder a nada. El equipo jugaba muy mal y Walter Mazzarri fue despedido sin gloria alguna. Alguien debía hacerse cargo del Napoli, y fueron a buscar a un profesional capacitado para el famoso 4-3-3 que disponía Luciano Spalletti, último DT campeón con el club: Francesco Calzona. Un viejo conocido que sabe perfectamente cómo funciona el vestuario napolitano, o precisamente, estos jugadores.

La llegada de Calzona al conjunto celeste fue repentina y sin mucha prensa, ya que el técnico que dirigía a la selección de Eslovaquia no había sido nombrado como el candidato a reemplazante, pero así fue. Después de un acuerdo, por el que le permitieron seguir al mando del representativo eslovaco. Quizás sea un parche hasta el final de la temporada, pero con resultados que lo acompañen, puede dar que hablar.

¿Por qué se dice que es un viejo conocido? Quien hoy tiene 55 años ha estado en dos etapas en Nápoles, ambas siendo asistente de un determinado director técnico. Acompañó a Maurizio Sarri en casi 150 partidos. Juntos pudieron cumplir un muy buen papel en la Serie A, pero que no les alcanzó para llegar al Scudetto.

Pero la realidad es que no solo compartió espacio con Sarri, sino que vivió de cerca el último gran festejo. Secundó a Spalletti en la campaña 2021-22. Por eso es que se lo menciona como parte del título, porque por más de que no haya estado físicamente, fue parte crucial del proceso de formación de un equipo con mente ganadora y que en Italia superó a todos. 

En julio de 2022, tras dejar el club, fue presentado oficialmente como seleccionador de Eslovaquia. En total lleva 14 encuentros y la ha clasificado, en segunda posición, para la Eurocopa que se jugará en Alemania. Para una nación que no está acostumbrada a competir en las “grandes ligas”, este es un gran hecho. Calzona se ganó el cariño del público eslovaco y eso lo frenó a dejar el cargo por el club napolitano.

En su debut ante el Barcelona se pudo ver una buena imagen del plantel, que supo adaptarse a su idea. Su estilo es moderno para estos tiempos: atacar con dos extremos bien cerca de la raya de cal, un goleador dentro del área, un volante central y dos internos que pisen en área constantemente. Además, es fundamentalista de crear el juego desde la defensa a puro toque. 

“Le pedí al equipo estar estrecho, porque el Barça busca mucho a sus mediapuntas. Sufrimos sus cambios de juego en la primera fase, pero el equipo demostró que no quiere rendirse. Hasta pensamos en poder ganarla: estoy satisfecho”, mencionó el entrenador tras su debut con el conjunto napolitano.

Asimismo, el entrenador ya piensa en el duelo de vuelta en la cancha del conjunto culé: “Jugar en Barcelona es difícil para todos. El empate nos deja vivos, el Napoli debe aspirar a clasificarse y el Barça lo mismo, será un partido difícil. Tenemos más tiempo y más opciones para mejorar. En los últimos meses el equipo cambió varios dibujos y quizás perdió certezas. Cada entrenador tiene sus ideas, yo quiero orden en el campo y creo que podemos mejorar. No sé cuánto, pero seguro podemos hacerlo mucho mejor a lo que somos hoy. Solo queda pensar en ganar, y para ganar hay que tener mente ganadora”.

De esta manera, Osimhen le dio el empate al equipo de Ciccio Calzona, que tiene argumentos para complicarle la clasificación al Barcelona.

“Cuando uno de mis defensores lanza un balón hacia adelante sin ningún motivo, para mí es una derrota”, esta frase define lo que quiere como DT: verticalismo y posesión pero siempre buscando la eficacia.