El calzado deportivo tal como los conocemos, tienen gran cantidad de tecnología que mejora el rendimiento y también son símbolos de status

A lo largo del Siglo pasado, el calzado, particularmente el deportivo evolucionó vertiginosamente. De ser artículos que necesitaban cambiar para hacer más cómoda la práctica de algún deporte, hoy son, incluso, una señal de status social, pero también un elemento que influye directamente en el rendimiento deportivo.

Anualmente, los equipos de desarrollo de las diferentes marcas, invierten grandes cantidades de dinero para hacerlos más ligeros, mejorar de alguna manera particular el cuerpo del atleta y, como consecuencia, prolongar su vida deportiva. Además, su uso se ha masificado, por lo que el acceso a estas tecnologías llega a cada vez más personas y, como consecuencia, ha mejorado su calidad de vida. Incluso, el calzado deportivo ya es parte de la moda casual.

¿Cómo se dio esta evolución y en qué momento se aceleró? ¿Cuál es la historia de este proceso?

calzado adidas

Los primeros antecedentes de calzado deportivo

Los tenis, tal como los conocemos actualmente, comenzaron a fabricarse a principios del siglo XIX, casi de manera fortuita. Los fabricantes de artículos de plástico como ruedas para de bicicletas y autos, pensaron en usar los residuos para fabricar suelas para zapatos. Para ello, utilizaron una tecnología patentada por la empresa Goodyear en 1839. El caucho vulcanizado.

De allí surgieron los modelos conocidos como “sneakers” en EEUU.

Más de 150 años después, en la década de los años 20, la compañía Ritchings creó el primer zapato diseñado específicamente para correr. Era un calzado delgado de piel, con suela de goma crepé, un material derivado del caucho, una sustancia que tenía buena adherencia y resistencia al rose. Pesaban menos de 300 gramos y la parte superior era de piel.

Por su parte la marca estadounidense, New Balance, diseñó su modelo “Trackster” en 1906. Era un zapato ligero y tenía una suela con ondulaciones pronunciadas para prevenir calambres. Eran recomendados para hacer montañismo, pero también se popularizaron como calzado casual. Para su venta, se fundaron las primeras tiendas de calzado deportivo en EEUU.

New Balance Trackster

LA TECNOLOGÍA DETRÁS DE LAS PELOTAS Y BATES DE BEISBOL

Hacia 1940 una compañía inglesa fabricó por primera vez el calzado con picos en la suela, para mejorar la suela para mejorar el agarre. Mientras que en 1933, la marca P.F. Flyer patentó la tecnología de la plantilla Posture Foundation, que hacía estos zapatos más cómodos y podían ser usados durante más tiempo.

Hasta ese momento, este tipo de calzado deportivo era exclusivo y se hacía a la medida de cada persona, por lo que eran demasiado caros, salvo la idea de New Balance, que pensó en un producto masivo.

En los años 60 se popularizó un calzado ligero, sin tacón. Eran muy flexibles, pero no tenían ningún sistema de amortiguación. Muy similares al tradicional modelo Chuck Taylor All Star de la marca Converse, aunque en realidad este modelo fue diseñado desde 1923.

Converse Chuck Taylor

El boom del calzado deportivo

A partir de los años 80, comenzó la verdadera evolución del calzado deportivo, al punto en el que lo conocemos actualmente. La marca Nike comenzó a invertir grandes cantidades de dinero en hacer modelos específicos para ciertos deportes, los hizo con suelas más gruesas, que mejoraban la amortiguación. Poco a poco fueron sustituyendo la piel por telas más resistentes.

Sin embargo, los productos estándar, todos los atletas usaban modelos con las mismas características, pues la personalización era complicada todavía.

El parteaguas en este punto fue el lanzamiento del modelo Air Jordan de la marca Nike en 1985. Era un calzado con colore, diseñado específicamente para la práctica del basquetbol y patrocinaba a una joven figura de la NBA, Michael Jordan, quien inicialmente reconoció que no estaba convencido de firmar.

Air Jordan 1

Sin embargo, esta línea se ha convertido en un gran negocio para “Su Majestad”, quien casi 40 años después se mantiene como la imagen de una submarca completa de ropa y calzado. Por su parte Adidas hizo su propio convenio con un grupo neoyorquino de hip hop: Run-DMC, en 1986.

LA TECNOLOGÍA DETRÁS DE LOS CASCOS DE FUTBOL AMERICANO

A partir de este momento, comenzaron las evoluciones tecnológicas: las costuras comenzaron a ser sustituidas por un pegamento especial, más duradero, que vida útil del zapato, aunque generaban mucho ruido al contacto con el piso y con una cantidad excesiva de lluvia, se desprendían con facilidad.

En este “ensayo y error”, Nike pensó en un producto especializado para el pie de la mujer. Su Nike Waffle, donde se diseñaban hormas más estrechas, que ajustaban mejor en la horma de las atletas.

En los años siguientes, los deportistas, principalmente los basquetbolistas, masificaron los modelos personalizados. También se integraron otros modelos como: vinilo, acetato y etileno. Se cambiaron las superficies de soporte para corregir problemas como la pronación o la supinación.

Se les agregó una cúpula calcánea rígida especialmente diseñada para el control de la pronación, que en ese momento era considerada como una causa de lesiones.

Mientras que las suelas se hicieron más gruesas para mejorar la amortiguación. Esto ayudó a reducir las lesiones provocadas por el impacto en las rodillas.

Artículos de lujo para pisar

Con el nuevo siglo, la popularización del calzado deportivo, salió de esta esfera y se convirtieron en objetos de uso común. Se fabricaron modelos exclusivos, relacionados con otras marcas o personalidades, se les agregaron joyas, incluso se fabricaron modelos inspirados en los viejos zapatos de charol.

Todo comenzó con Adidas y su modelo Micropacer, que tenía un podómetro electrónico, de pantalla LCD donde podías medir el número de pisadas diarias, calorías consumidas y tiempo total en la carrera. En 2006, Nike creó la tecnología Nike+, con el apoyo de Apple. Era un aparato que medía diferentes resultados de rendimiento atlético.

Actualmente, la innovación incluye la tecnología para mejorar su peso, el amortiguamiento, el status con ciertos elementos como marcas o personalidades que los usan y qué tan atractivo puede ser su diseño. Pero también, los usuarios comunes pueden acceder a cierto nivel de personalización, pues se fabrican modelos para necesidades o deportes específicos.

Además, sus componentes tecnológicos ayudan a mejorar el rendimiento, como ocurre en el calzado para correr, que puede ser más ligero y la suela tiene una tecnología que aprovecha la energía de cada pisada para impulsar al corredor hacia adelante.

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Esta línea, incorporó un drop (grueso de la suela en la zona del talón) de hasta 22 milímetros, de acuerdo con las necesidades del usuario. Las suelas pueden ser flexibles pero tienen una tecnología que estabiliza el empeine y los “guían” para que golpeen la superficie de manera correcta. Mientras la suela ayuda a absorber y dispersar la energía causada por el impacto contra superficies duras.

También ayudan a prevenir lesiones, como las botas de basquetbol, que protegen mejor los tobillos de una torcedura e incluso sirven para practicar mejor un deporte, como en el futbol, donde los tacos tienen cierta adherencia con el balón y facilitan su control.

Pero la verdadera meta de esta tecnología es reducir la incidencia de las lesiones en las carreras, algo que aún hoy en día no está logrado al 100%.

Para los tenis del futuro, algunos expertos sugieren que para los siguientes 20 años habrá tenis que utilicen una tecnología conocida como protocélulas, un material sintético con propiedades de materia orgánica, que hará que se reparen por sí mismos cuando estén deteriorados.