A partir del 1 de julio de 2021, los atletas universitarios de la NCAA pueden recibir patrocinio (NIL), bajo ciertos lineamientos

Hailey Van Lith es una de las principales prospectos del basquetbol femenino colegial en EEUU. Está en su tercer año como guardia de la Universidad de Louisville y además de sus blasones deportivos (títulos en el Mundial Sub-17 y Sub 19 de la FIBA, así como los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018), también es considerada como una de las jugadores colegiales más atractiva para las firmas comerciales.

De hecho, es la primera atleta que representa a la universidad de Louisville que tiene un jersey a la venta y su fama no tiene tanto que ver con un tema de equidad.

Mucho más superficial, Van Lith es un gran atractivo para las marcas, aprovechando las disposiciones aprobadas por el Campeonato de la División I del Deporte Universitario Masculino (NCAA, por sus siglas en inglés), que ya permiten a los deportistas universitarios recibir patrocinios, algo que no estaba regulado hasta mediados del 2021.  

¿Por qué tanto atractivo? En EEUU el basquetbol femenino ocupa el segundo lugar en audiencia, solo detrás del futbol americano universitario y por encima del basquetbol masculino en cuanto a ingresos generados por acuerdos de nombre, imagen y semejanza, según Blake Lawrence, director ejecutivo de Opendorse.

En esta ronda que define a la universidad campeona del basquetbol colegial destacan atletas como: Paige Bueckers, Cameron Brink, Aliyan Boston y Hailey Van Lith, quienes ya aspiran a ganar decenas de miles de dólares por patrocinios. Esto sin contar con los ingresos que ya genera gente como Bueckers en redes sociales y que oscilan el 1 millón de dólares, de acuerdo con Lawence.

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“Hay jugadoras que ganan hasta 20 mil dólares por un tweet previo a March Madness. Puedes imaginar que en cada ronda hay otro anunciante en línea interesado en compensarlos generosamente y cuando tienes todos los ojos puestos en ti, los valores de marketing se disparan”, señaló en analista.

Bueckers, quien también juega como guardia, pero para la Universidad de Connecticut, ya tiene patrocinios de largo plazo con Gatorade. De hecho, ya declaró que no aceptará otro patrocinio hasta que termine el Final Four, para poder concentrarse en el torneo.

Además, estas atletas utilizan de manera natural redes sociales de moda entre la gente de su edad, como Instagram o Tiktok y eso también es tomado en cuenta por las marcas que desean una mayor presencia en redes sociales.

Aunque, de momento, las atletas más reconocidas para patrocinio son de raza blanca, por lo que también se espera que en los próximos años, las atletas pertenecientes a minorías, también accedan a patrocinios en colegial.

¿Cómo funciona el sistema de patrocinio para deportistas universitarios en EEUU?

 A partir del 1 de julio del 2021, los atletas universitarios podrán ganar dinero con su nombre, imagen y semejanza (NIL, por sus siglas en inglés) después de que la Junta de Gobernadores de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA, por sus siglas en inglés) aprobara una política provisional que permite a los atletas estudiantes de las tres divisiones acceder a patrocinios.

Hasta antes de esa fecha, los estudiantes estaban excluidos de los ingresos generados por los torneos en los que participan, bajo el argumento de que “un patrocinio era contrario a la naturaleza del deporte universitario”.

“Con la variedad de leyes estatales adoptadas en todo el país, continuaremos trabajando con el Congreso para desarrollar una solución que brinde claridad a nivel nacional”, explicó el presidente de la NCAA, Mark Emmert. “El entorno actual, tanto legal como legislativo, nos impide brindar una solución y el nivel de detalle que los estudiantes-atletas merecen”.

Los aspectos legales sobre el acuerdo NIL

Esta decisión provocó polémica, pues esa misma fecha, entraron en vigor leyes en sentido contrario en una docena de estados en EEUU.

La NCAA estableció que las universidades deben asegurarse de que los atletas no reciban incentivos por sus logros deportivos ni interfieran con su reclutamiento. Lo que sí pueden hacer es cobrar por su presencia en redes sociales, firmar autógrafos, impartir campamentos o clínicas, lanzar sus propios negocios o participar en campañas publicitarias.

También pueden firmar con agentes de representación para ayudarlos a adquirir patrocinios. Además de estos lineamientos, los gobiernos de cada estado podrán incluir alguna otra restricción. Por ejemplo, no anunciar productos de alcohol, tabaco o juegos de azar.

Sin embargo, las escuelas que se encuentran en estados que ya tienen una ley NIL se deben apegar a ella, mientras determinan lo que pueden hacer sus atletas. De lo contrario, cada universidad podrá crear y publicar sus propias políticas para resolver cualquier controversia.

Sobre el tema, el senador Chris Murphy, señaló que es especialmente importante tener una regulación nacional para las jóvenes atletas. Su máximo potencial de ingresos en atletismo llega durante sus carreras universitarias.

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“Para las mujeres, la capacidad de ganar dinero mientras están en la universidad con acuerdos de patrocinio puede ser más lucrativa que para los hombres. Para mí, siempre ha sido una forma de promover la equidad entre los deportes de hombres y mujeres”.

La junta directiva de la NCAA explicó que estos lineamientos serían temporales. Permitirán que todos los atletas tengan oportunidad de beneficiarse de NIL mientras cada estado generaba sus propias normas. O bien se crea una ley nacional que tenga regulaciones más claras para los atletas. Sin embargo, no hubo acuerdo entre republicanos y demócratas para tener esta regulación antes de la NCAA.

Jóvenes atletas millonarios, expertos en finanzas

NCAA

Otro tema que debe considerar esta nueva disposición es: cómo ayudar a un atleta a administrar grandes cantidades de dinero que le llegan de repente.

Una pionera fue Yasmin Roman, estudiante de Fresno State, quien descubrió que su departamento de atletismo podía obtener patrocinios a través de la plataforma Opendorse.

Roman se inscribió y comenzó a ganar 30 dólares por subir una historia en Instagram patrocinadas por una aplicación de entrega de alimentos a domicilio. A partir de la entrada en vigor de los acuerdos NIL, este mercado tiene ganancias estimadas en 500 millones de dólares en ganancias en EEUU.

Por ello, algunas universidades de California ofrecen educación financiera para preparar a sus atletas a que puedan administrar mejor sus ganancias. Así como a conseguir más tratos, hacer que más atletas participen y que puedan evitar acuerdos que pueden costarles dinero a largo plazo.

El entrenamiento especializado puede ayudar a aproximadamente 500 mil estudiantes- atletas que participan en la NCAA, explicó Rashad Campbell, socio de Team Altemus, una firma consultora que brinda educación sobre NIL y educación financiera a los programas de la División I de universidades como San Diego State y Ohio State.

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“Entre más rápido podamos educar y hacer que esto sea una realidad, mejor será para todos”, agregó Campbell.

Por ejemplo, San Diego State desarrolló un plan de estudios luego que 60 jugadores del su equipo de futbol americano firmaran un acuerdo con la empresa de mudanzas College HUNKS Hauling Junk.

También contrataron a Michelle Meyer, fundadora de NIL Network para coordinar el uso de nombre e imagen con los atletas patrocinados. Esto, antes de que los atletas busquen un acuerdo, les preguntan qué quieren obtener de ellos.

Expertos como Matthew Mitten, profesor de derecho deportivo en la Universidad de Marquette, recomiendan a los jóvenes atletas:

“No dar a una empresa los derechos de su nombre e imagen para siempre. O bien recibir una suma importante de dinero a cambio de un anuncio que pueda ser controvertido o perjudicial para sus carreras en el futuro. Además, les recomiendan tomar contratos ‘a prueba’ de corto plazo mientras adquieren experiencia para negociar mejores convenios”.

Esta nueva alternativa esta permitiendo, además, que otras escuelas que no tiene reflectores suficientes para un patrocinio, enseñen educación financiera a sus alumnos para el futuro.

Por ejemplo, John Beam, director atlético y entrenador principal de futbol americano en Laney College en Oakland, organiza conferencias semanales con expertos o jugadores de la NFL para explicarles conceptos básicos sobre patrocinios.

“Nuestros niños reciben el mismo entrenamiento, básicamente, que los jugadores de la NFL o la NBA”, explicó.