La condición de sociedad sin fin de lucro que tienen las entidades futbolísticas en Argentina les permiten a los socios votar por quién creen que debe administrar su club… y en Boca Juniors, uno de los clubes más -sino el más- populares del país, las campañas políticas rumbo a elecciones se vieron envueltas en un montón de controversias y malentendidos entre las dos fórmulas favoritas para llevarse la presidencia y para con los hinchas de Boca, que a raíz de todo esto no han podido expresar su deseo en las urnas.

Las elecciones en el Club Atlético Boca Juniors estaban pautadas, en un principio, para el sábado 2 de diciembre. Los contendientes estaban claros: por un lado el oficialismo, que envés de tener a Jorge Amor Ameal como presidente lo hará con Juan Román Riquelme, uno de los máximos ídolos xeneizes. Por el otro lado se encuentra Andrés Ibarra, que tendrá de vicepresidente a nada más ni nada menos que a Mauricio Macri, mandatario en la época dorada, en principios de los 2000.

Con diferencias en cuánto a qué hacer con el estadio, el sponsoreo y demás, cada uno lanzó su propia campaña con sus spots. Riquelme, en este caso, buscó una forma de retratar al socio haciendo su clásIco “Topo Gigio” junto con textos que muestren los avances que ha habido en la institución desde 2019. Nadie sabía que la oposición, audaz como pocas, se metería también en ese juego…

Replicando este formato, la oposición arrancó con su plan de contraofesivas. Cada uno de los videos que subía la cuenta oficial de Juan Román Riquelme era retrucado con fallas en su gestión en un video aparte. Y no fue lo peor, ya que se sospecha que Macri e Ibarra empapelaron las inmediaciones del estadio con carteles en detrimento de quien se postula como mandatario del club.

Menos de una semana antes de los comicios, Andrés Ibarra denunció que había más de 13.3564 personas que no podían votar ya que pasaron rápidamente de socio adherente a socio activo de la institución, acusándolo de querer sumar gente que por pasar a activo apoye su fórmula. Luego de todo esto, la jueza Alejandra Abrevaya tomó las riendas de la invedstigación, y determinó que las elecciones no se harían ni el 2 ni el 3 de diciembre, sino que se postergó para mediados de diciembre o, directamente, para el 2024.

Entre chicanas, juegos, ruedas de prensa interminables  e incertidumbre, una vez postergado el voto, la doctora Abrevaya se retiró directamente del juzgado, mientras que el caso se lo quedó una hincha de Boca y socia desde el 2013 como Analía Romero. Macri e Ibarra están visitando diversos programas famosos con tal de mostrar lo que ellos consideran una injusticia, mientras que Riquelme está utilizando a los hinchas que enamoró desde 1996 hasta su retiro. Con un nuevo juez y el entusiasmo tanto de los dirigentes como del juez, ‘¿Crees que Boca podría votar a su nuevo presidente este año?}