Con 105 años de historia, el Union Berlín ha sido un equipo de divisiones inferiores, que en dos temporadas ha sorprendido en la Bundesliga
Luego de 13 partidos disputados en la temporada 2021-’22 de la Bundesliga, el FC Unión Berlín marcha entre un modesto y destacado sexto puesto, con 20 unidades. Son 11 puntos menos que el líder y campeón, Bayern Munich. En sus últimos cinco partidos solo ha ganado uno y tiene dos empates.
Sin embargo este desempeño, por segundo año consecutivo, es bastante destacado para un equipo humilde, que apenas en 2020 pudo ascender por primera vez en su historia a la Bundesliga. Un club que debió ser rescatado de la bancarrota por sus aficionados, hace apenas 20 años y que en su primera temporada en el máximo nivel del futbol alemán, alcanzó un puesto en la Conference League, tras terminar su primera Bundesliga en séptimo lugar general.
Se trata de un equipo que nació a inicios del siglo pasado en la capital alemana. Históricamente se ha identificado con la industria alemana del acero. Siempre en divisiones menores, el Union Berlín representó al sector oriental de la ciudad de Berlín, durante la Guerra Fría.
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Actualmente es un símbolo de identidad para los habitantes de la ciudad. Su tradición y su desempeño actual han hecho que los aficionados berlineses se acerquen. En el campo, ganan el reconocimiento nacional porque pelean con los grandes de Alemania.
Los festejos tras el ascenso en 2020
Esta es su historia y así ha forjado su vertiginoso éxito.
Orígenes de los Schlosserjungs
El FC Union Berlin proviene del FC Olympia Oberschöneweide, un equipo fundado en 1906. En sus primeros años, en el período entreguerras, regularmente ganó campeonatos locales y compitió a nivel nacional. Incluso perdió la final del campeonato alemán de 1923 ante el Hamburgo.
La Segunda Guerra Mundial obligó a disolver muchas organizaciones civiles alemanas, para desincentivar el sentimiento nazi. Durante la Guerra Fría, en 1996, el equipo se refundó con la fusión entre el FC Olympia y el Sport-Club Union 06 Berlin. El equipo representaría el lado oriental de Berlín, administrado por la República Democrática Alemana.
En esta etapa, el equipo ganó la Copa de Alemania del Este en 1968, sobre el FC Carl Zeiss Jena, otro de los grandes de la Alemania comunista. En 1986, el equipo perdió la final de su segunda copa.
Siempre en divisiones inferiores, cerca del semiprofesionalismo, el FC Unión Berlín, vivió sus peores años justo con la caída del Muro de Berlín.
Cerca del colapso financiero, el equipo ganó su división en 1993 y 1994, pero la Federación Alemana le impidió participar en la 2. Bundesliga, por su falta de recursos. En 1997, la severa crisis volvió a aparecer.
El resurgimiento
El equipo se salvó gracias a su padrón de socios y a encontrar patrocinios que hicieran costeables sus finanzas. Había una importante oportunidad de mercado por delante, con la unificación de Alemania, pues solo había un equipo importante en la capital y durante años ha tenido malos resultados, el Herta. En este nuevo proyecto, el Unión de nuevo estuvo a punto de ascender a la 2.Bundesliga en 1998-‘99 y 1999-2000.
Finalmente lograron el histórico ascenso en la temporada 2000-01, bajo las órdenes del entrenador búlgaro Georgi Vasilev y comenzaron la pugna como el segundo equipo más importante de Berlín. Ese mismo año llegaron por tercera vez a la final de la Copa de Alemania, donde cayeron 0-2 ante el FC Schalke 04. También llegaron a la segunda ronda de la clasificación para la Copa de la UEFA, donde perdieron ante el PFC Litex Lovech de Bulgaria.
Finalmente el 27 de mayo de 2019, el Union Berlín derrotó en su repechaje de ascenso a un histórico del futbol alemán, el VfB Stuttgart, para obtener por primera vez, un lugar en la Bundesliga, apoyado por un padrón de socios que supera las 34 mil personas.
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En total, el Unión Berlín ha jugado solo cinco temporadas en primera división, en 105 años de historia. Sin embargo su primer año en Bundesliga le permitió, ahora sí, un gran resultado.
Para su segundo año, el Union Berlín invirtió 12.9 millones de euros en fichajes como el delantero nigeriano Taiwo Awoniyi, procedente del Liverpool por 6.5 millones, y el lateral izquierdo polaco Tymoteusz Puchacz por 3.5 millones.
El único resultado poco satisfactorio de esta nueva etapa del equipo berlinés, fue su pobre desempeño en la Conference League, donde a falta de un partido, marcha en tercer lugar del grupo E, con seis puntos, cinco menos que el Feyenoord neerlandés, por lo que su participación fue efímera, pero también histórica.
Identidad de acero y arraigo con los berlineses
Desde su fundación, el equipo recibió el apoyo de los Schlosserjungs (“trabajadores metalúrgicos”). En aquellos años, su entonces uniforme totalmente azul marino, similar al de la típica ropa de trabajo usada en las fábricas del distrito industrial de Oberschöneweide.
En sus últimos 20 años de historia, el club es considerado como un equipo de “culto” de Europa, gracias a las curiosas iniciativas de sus aficionados y socios.
Por ejemplo, en mayo de 2004, los aficionados recaudaron suficiente dinero (1.46 millones de euros) para que el club recibiera autorización para jugar en la cuarta división, mediante una campaña llamada “Bleed for Union”. La iniciativa consistía en que los aficionados donaran sangre en los hospitales de Berlín y la remuneración que recibieron a cambio, fue donada al club.
Mientras que en 2008, un grupo de 2 mil 400 hinchas se convirtieron en obreros improvisados para remodelar su casa, el estadio Alte Försterei, con unas 140 mil horas de trabajo. El objetivo era lograr la autorización de la Federación Alemana para poder jugar en segunda división.
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Posteriormente, los socios hicieron donaciones de 500 euros para concluir las obras. Su premio, era ver a su equipo, el más importante del Berlín comunista, competir contra los grandes del futbol alemán.
Actualmente, se les conoce como los “Eiserne” (los Iron Ones) o “Eisern Union” (Unión de Hierro), que provienen del mote anterior “Schlosserjungs” (chicos metalúrgicos), una referencia a aquellos uniformes azules.
A partir del 2010, la popularidad del FC Unión Berlín se volvió cada vez más atractivo para los nuevos aficionados berlineses e internacionales, que se sintieron atraídos por el ADN del club.
En el campo, el equipo dirigido por el suizo Urs Fischer, defiende principios inquebrantables que lo caracterizan como un equipo del pueblo, con una unión que va más allá de un mero apoyo en las tribunas.
